martes, 5 de noviembre de 2013

Lámeme…la bota… hasta que podamos mirarnos en ella…

No sé si soy y mi egoísmo, yo y esta estúpida realidad fabricada por unos dementes, yo y esa sensación de asco que me abraza cuando me levanto por las mañanas y no veo tras la ventana las cabezas clavadas en una pica de justicia a aquell@s que se sientan en las poltronas de poder raídas por los mismos culos planos y esparcidos que albergan, en última instancia, lo que llamamos desechos o mierda… y me pregunto, cómo se puede sustentar un país sobre los culos egregios de sus mandamases y no sobre una estructura firme de pensamiento, evolución, que no involución y cultura (entiéndase que dentro de estas tres palabras están imbuídos términos como políticas sociales asequibles y justas , economía sostenible, representantes fidedignos, monarquía de papel pintado…y así hasta mañana pensando en flores y corazones…) pero no, no voy a seguir con demagogia, porque despertaré y no estaré sobrevolando cabezas descompuestas, no podré nutrirme de desechos para volver a empezar…
Y entonces recuerdo esa bota de piel brillante negra con tacón de aguja que ha andado por infinidad de calles y en cuya suela está escrita la palabra: LÁMEME. Y me imagino que el mundo, este mundo, esta realidad, es esa bota poderosa y gigante que lamemos todos los días con el agrado de la ignorancia y la desfachatez de soñar y pseudoconstruir un presente para otros y un futuro para ninguno…
No quisiera decir que somos masoquistas (el término tal cual), quiero decir que relamemos y pulimos la jodida bota desde la punta hasta el tacón, y si nos queda tiempo, le pasamos betún del malo, del que deja rastro y no lustre, y permanecemos ahí, agachados, a merced de que nos pise y nos guste, y silenciando nuestras vocecitas que piden más y más humillación…
Y pasamos todos por ahí, los que se reivindican los días pares y los que no salen de su casa, los que esperan arreglar la crisis con un paraguas en un día soleado y los que la utilizan para culpar a unos en detrimento de otros, cuando sabemos, tenemos pruebas y la historia además nos avala, que los “chorizos de Cantimpalo” son el plato típico español acompañado de un vino peleón que nos nubla la inteligencia…
Volviendo a las botas (realidad ilusoria,) collares de perro (hipotecas y demás entuertos que duran más que un matrimonio amañado), látigos (cada cicatriz in-visible que vulnera nuestros derechos) y cuerdas de algodón (anudan y anulan la inteligencia y el pensamiento crítico a partes iguales)...decir que esto no es BDSM, que no salimos de un local-mazmorra oscuro donde hemos ido a jugar, que no tenemos un acuerdo para parar cuando queramos, que no existen las concesiones…
¿Tenéis una idea de cómo frenar este caos? Yo ya tengo las botas… las mías, y no dudaré un segundo en utilizarlas para mi beneficio, pues no soy mejor que ellos ni peor que vosotros, sólo quiero vivir sin lamentarme y sin engañarme… ¿Demasiado egoísta? MUY EGOÍSTA… dejé de soñar cuando me pusieron el orinal allá por los 80 y aprendí que no podía vivir cagada eternamente…