viernes, 7 de junio de 2013

Réquiem por los que vamos a morir de un polvo atragantado...

Si, le quité el envoltorio completo, me aseguré de comérmelo a trocitos pequeños,pero fue inútil, el polvo-rón de las estepas del norte se me quedó adherido al paladar y ni a lengüetazos sale ni termina de entrar...
Suena Mozart en mi cabeza mientras trato de respirar a través de la pegajosa masa con sabor a canela ya rancia por los años... creo que llevaba años apalancado en esa caja,pero entre mi hambre y sus encantos, me lo metí en la boca sin pensar...

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