viernes, 26 de abril de 2013

Funambulismo nocturno...

Acabo de abrir los ojos convencida de que la "almohada" puede ser buena consejera y algo psicóloga cuando los sueños son más que eso, mandatos naturales de Morfeo... 
Anoche tenía la sensación de ser una equilibrista observando mi vida desde la cuerda con mucho vértigo... 
Y la paradoja es que siempre me ha gustado el vértigo, el riesgo, porque he jugado y juego constantemente con la vida, aunque últimamente es ella la que baila conmigo sin enseñarme los pasos previamente... 
Así que tengo todas esas sensaciones que aparecen cuando nos sentimos amenazados por situaciones de peligro real o imaginario... da lo mismo, el cuerpo responde prácticamente igual... 
Me gustaría sentir que soy la persona que predico cada día... me gustaría, pero no es así... soy un personaje mal pulido de un guión escrito por mi misma matizado por una educación "en ciertos valores" que ha marcado, mucho más de lo que me gustaría, mi evolución personal... 
Y me jode reconocer ésto, no por nada, sino porque ese "nada" significa dejar de jugar en libertad y privarme de sentir y experimentar algunas vivencias que van apareciendo en mi camino... y no quiero, me niego a que suceda, pero mi instinto de supervivencia me dice que no siga por ahí, pues el sufrimiento va a ser mayor que el disfrute, y parece que la balanza ya ha dictado a favor del primero... 
Tengo miedo, si, miedo a sufrir de nuevo algo que ya experimenté en el pasado... esos momentos que, algunos más que otros, intentamos ahogar porque aprender de los errores nos cuesta la misma vida y renunciar a la tentación, más todavía si se puede... 
Pero siempre hay cosas, situaciones más fuertes que uno mismo, que un sentimiento, que un olor... aparecen cuando menos se espera, pero cuando lo hacen te remueven tanto que consiguen que uno se coloque en la realidad de golpe, y por ende, haya que seguir andando... 
Esta vez no ha sido una "muerte lenta", más bien un disparo certero al corazón... y me alegro mucho por esa parte... 
El corazón tiene la capacidad de recomponerse y la mente fría ayuda, así que no me queda más que esperar y encontrar de nuevo los zapatos que se me perdieron en un pequeño sueño... 
A pesar de todo, hay que seguir soñando siempre, pase lo que pase, porque dentro de alguna de esas ilusiones, está la respuesta y junto a ella, mil cosas esperando... 
Buenos días a tod@s, hoy, sin excepción...

No hay comentarios:

Publicar un comentario