martes, 16 de abril de 2013

Mi gran estupidez...

Tendrías que haber traído libro de instrucciones cuando llegaste aquella tarde... 
No sé qué son esas palabras que no encajan donde deberían, ni tantos silencios que vienen de más por si se pierden en el camino... 
Crees que una mirada y el trasfondo de una conversación pueden ser suficientes para construirte, para realizar mi sueño, mi deseo o mi fantasía... 
No siquiera traes lo necesario para sujetar tu estructura... estoy intentando abrazarla para sostenerla y besarla para que no se desmorone con la primera convulsión... 
No eres de barro, de madera, de cartón, de cemento o papel... no eres una sustancia moldeable, eres polvo y algo de ceniza mezclada con dudas... 
No te unes con sustancias comunes para crear una amalgama firme... es casi imposible que perdures en el tiempo... 
Si no fuera porque soy bastante testaruda, te habría tirado a la basura y me hubiera reído de mi estupidez... no se puede construir un sueño ciego, sordo y mudo en un mundo de luz, sonidos y voces... es tan absurdo pretender querer lo que no es, ni existe, ni se va a crear... Pero qué puedo pedir, te compré a ciegas ganando una puja que nunca subió de la irrealidad...

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