Y vaya armas... no matan el cuerpo, acribillan el alma...
Dicen por ahí que apunta al corazón de sus víctimas con el encanto y la palabra...
Induce al suicidio moral porque es capaz de enloquecer todo lo que da sentido a la norma establecida...
La única bala que usa es la que atraviesa el sentimiento de culpa y de placer... dispara jugando a la ruleta rusa de las emociones...
Te seduce con la misma facilidad que una serpiente deslizándose sobre el cuerpo casi inerte de su víctima...
Es sutil, sibilina, inevitable, envolvente, hermosa y despiada... tiene nombre de mujer... Poesía...
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