lunes, 25 de marzo de 2013

¿Somos horno, microondas o gilipollas?

Una, que ya no tiene cuatro días, tiene cinco, y que se ha topado con un buen grupo de variopint@s personas a lo largo de la vida... ha llegado a cansarse y mucho de ciertas actitudes, también mías por supuesto, a la hora de intercambiar con personas algo más que palabras y roces... 
Nos gusta jugar a seducir y que nos seduzcan... es divertido, morboso e incluso ayuda a desarrollar ciertas fantasías... 
Pero jugamos sin quemarnos, por lo menos, menos de lo que nos gustaría a algun@s... 
¿Por qué hacemos esto? ¿Es acaso más satisfactorio que llegar a culminar la acción que hemos empezado? 
Si tuviera quince años menos, tal vez el hecho sexual humano me parecería un chiste, pero ahora... me toca las pelotas cuando la situación se repite y una se va a casa caliente por el cabreo y por el magreo... 
Con lo fácil que es terminar lo que se ha empezado en ese momento y no una semana o meses después que ya ha perdido toda la esencia... 
Hablando con algun@s, he notado que se repiten varias excusas... por ranking: 
1) Cuando llevas horas flirteando y se supone que ha llegado la hora de la verdad... te dicen: "Estoy casad@, mi mujer/marido me espera"... qué pasa que cuando me has estado buscando toda la noche, no sin antes haberte quitado la alianza y haberla escondido en la bragueta, no tenías tal compromiso?? 
2) Cuando te han dicho que están casad@s, te han hablado de las costumbres de sus hijos... como si eso importara un carajo, pero ahí ha estado una esperando con paciencia porque sentía que había feeling y cierta madurez..."Es que me siento culpable, cómo voy a hacer ésto?" "Está mal!! "... y entonces por lástima y haciendo apología de la no-violencia, lo mandas gentilmente con su esposa/marido y le das la tarjeta de tu psicólogo de cabecera, porque una, además es tonta y se enternece! 
3) Cuando te proponen llevarte a cenar, cine, teatro, ofertas culturales... sitios donde el magreo puede llegar a alcanzar su máximo esplendor... pero una no quiere complicarse la vida, porque aparecen las pajas mentales de "y si me gusta más de la cuenta", "y si me enamoro"... detalles que no entran en los planes de tu por tu lado y yo por el mío... sólo quiero tu cuerpo, no tus sentimientos mezclados con los míos... 
4) Resto de variedades que harían de que este churro reflexivo fuera interminable... 
Así pues, qué difícil es tener sexo cara a cara sin ataduras ni remordimientos de ningún tipo...ahora entiendo el boom de las redes sociales, el sexo internáutico o telefónico ..sin moverte de casa consigues lo mismo... 
Ya sólo pido que la providencia divina me libre de calenturas innecesarias, que ya no estoy en edad de granos de origen masturbatorio, vamos, los pajilleros de toda la vida, hablando claro... Por favor, por mi, por ti y el resto... NO CALIENTES LO QUE NO TE VAYAS A COMER... pues qué somos, ¿horno, microondas o gilipollas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario