viernes, 1 de marzo de 2013

Cuento de amor y deseo...

Quiero pensar que el deseo y el amor van juntos recorriendo cada rincón de nuestro cuerpo...y mientras me lo imagino, me he parado en el corazón, ese órgano fundamental-vital que tiene, a veces, más significado poético que fisiológico... 
Cuántas canciones no se han escrito hablando de él como morada y tumba del amor... poetas, escritores, artistas apasionados, románticos, melancólicos... han basado la mayoría de sus pensamientos y obras en eso llamado "amor", a través casi siempre del corazón, como si fuera éste órgano responsable absoluto del abstracto sentimiento amatorio... 
Pero quiero ir más allá en mi imaginación, tanto, que me he hecho un esquema mental de cómo se comportan el "deseo" y el "amor" en el corazón, antes de pasar al resto del cuerpo... 
Así pues, para mí, hay dos guerreros que luchan por adueñarse de nuestro cerebro (centro neurálgico y verdadero de los sentimientos) y del resto (todo lo que está implicado en el tocar, por ejemplo las manos, en oler, la nariz, saborear, la boca...) que aunque también es de origen neurológico, en mi fantasía no están unidos... 
Los dos recorren cada recoveco de nosotros mismos haciéndonos sentir miles de emociones graduadas, a veces satisfactorias y a veces desoladoras... 
Imagino que entran en el corazón junto con la sangre que hace de ejército acompañante, con la intención de batallar a muerte en algún lugar... 
Se abre la aurícula derecha trayendo al "amor" mientras el "deseo" recorre nuestra anatomía, expectante...el amor viene de cualquier parte del cuerpo y/o del cerebro...pasando con una contracción fuerte y poderosa al ventrículo derecho (sístole amorosa) y éste lo impulsa a la arteria pulmonar, la antesala del campo de batalla...ahí le espera el "deseo" y se enzarzan en una lucha desesperada, tan cruel que uno de los dos desaparece hasta el siguiente ciclo cardíaco... 
Los guerreros están ávidos por recoger el "oxígeno", el poder...pero esta vez, el "deseo" gana al "amor" entrando en la aurícula izquierda y con otra contracción (sístole desideria) , acompañada, por supuesto, de excitación eléctrica, sale del ventrículo izquierdo a recorrer nuestra extensa y hermosa anatomía a través de la gran "aorta"... 

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